La serie de cuadros “Aleatorio-numérico” representa una década de ejercicio en el campo de experimental del lenguaje binario y del azar. Se trata de un trabajo sobre la combinatoria espontanea, sobre la pertinencia de las elecciones del artista y su intervención frente a lo imprevisible. Después del establecimiento de un modus operandi riguroso, viene la aventura de las probabilidades; el artista se convierte en piloto del azar, proponiendo a la mirada del observador su diario de a bordo policromo.
La serie “Cryptocolor” se sitúa en la misma continuidad dialogada. Se trata de una desmaterialización del discurso con el fin de extraer un objeto universal. El protocolo se modifica para adaptarlo a nuevos territorios; el lenguaje se traduce mediante el prisma de colores, exponiendo su complejidad a la estimulación de una lectura inmediata.
Bernard Lenfant